Continuando con la travesía de nuestros pequeños gansitos: Pico fugas, Gianna y Ubaldo. Se encuentra en los aires de una pradera tratando de encontrar su bandada y reunirse con sus padres.
Pico fugas:– Al parecer tendremos que hacer una parada por aquí chicos, no se preocupen vamos por buen camino.
Gianna:– Espero que nuestros padres no estén desesperados por nuestra ausencia, sabe los empiezo a extrañar, pero gracias los tengo a ustedes 2 chicos.
Ubaldo se acerca a Gianna y le da una palmadita en la espada con su ala.
Ubaldo:–No te preocupes Gianna confiamos en que Pico fugas nos lleva por buen rumbo, cuando mucho solo pasaran otros días para estar con nuestros padres y podremos jugar juntos todos los días.
Al escuchar esto los gansitos se acercaron para abrazarse y darse ánimos, ya que para los pequeños y sus aventuras no han sido fáciles.
Mientras tanto en la pradera donde se encontraban se encontraba un grupo de animalitos que se burlaban de un conejito de rabo blanco porque le decían orejón, ya que sus orejas estaban un poco más largas que los demás.
Ratón de las praderas:–Si que tus orejas son largas, eres el conejo mas orejón de la pradera. Jajajaja
Perrito de las praderas:– Jajaja… Si, tú no te debes de preocupar cuando hace mucho sol, ya que tus orejas te bastan para hacerte sombra. ¡jajaja!
Topito de la llanura:– Si orejón… jajajaja. También cuando llueve no se moja, pero no te vayas a tropezar con tus enormes orejas. Jajaja.
En realidad las orejas del conejito de rabo blanco solo estaban un poco largas, pero ya conocen a los niños, a veces pueden ser muy duros con los demás porque no los comprenden o solo les gusta burlarse y molestar.
Entonces el ratón de las praderas toma de las orejas al conejito de rabo blanco y las usa para taparse del sol.
Conejito de rabo blanco:– ¡Ya déjenme en paz! (llorando se marcho porque no aguantaba más las burlas de los otros animalitos)
Mientras tanto nuestros gansitos estaban buscando pequeños caracoles y lombrices para comer en cuanto Ubaldo en su búsqueda choca contra el conejito.
Ubaldo:– Ten cuidado amigo, no vayas tan rápido sin anunciar, deja te ayudo a levantar.
Ubaldo le daba su ala al conejito para que le ayudara a levantarse pero este se negó, porque pensaba que también se burlaría de él y siguió huyendo llorando.
Ubaldo lo siguió volando para ver si le pasaba algo porque no dejaba de llorar el conejito.
Cuando Pico fugas y Gianna estaban buscando en las rocas lombrices vieron que pasaba un conejito corriendo muy rápido y Ubaldo estaba siguiéndolo. Los pequeños gansos también se unieron a la persecución para ver que le sucedía al conejito.
El conejito llego a un lago y se sentó en una roca para seguir llorando, los gansitos bajaron hacia la tierra y le preguntaron porque lloraba tanto.
Pico fugas:– ¡Hola! Amigo nosotros solo queremos ayudarte.
Gianna:– ¿Por qué lloras? ¿Te lastimastes?
El conejito solo les daba la espalda.
Ubaldo:–Ven, yo creo que no quiere nuestra ayuda.
Conejito:– ¿Ayuda? ustedes también solo quieren burlarse de mi (llorando)
Gianna se acerca al conejito le toma de una patita y le dice:– No sé porque se burlan de ti, pero te prometo que nosotros no lo haremos, vamos los pequeños tenemos que ayudarnos los unos a los otros. No dejemos que nuestro tamaño sea una molestia para vivir felices.
El conejito se limpia las lágrimas, ve a los 3 gansitos y les dice:– En verdad ustedes no se burlaran de mí, por mis orejas.
Pico fugas:– ¿Qué tienen tus orejas?
Ubaldo:– Yo las veo iguales que las de los otros conejos, ¿Cuál es el problema?
Conejito:– ¡Acaso no lo ves! ¡Son más largas que las de los demás!
Gianna:–Para mí son normales, tal vez tu pienses que sean largas.
Conejito:–Por eso no quería salir, pero mi mama me dijo que debía tener amigos.
Pico fugas:–Pues para ser sincero para mí te ves bien.
Gianna y Ubaldo:– También para nosotros.
Conejito:– Ustedes no entienden lo que uno siente cuando se burlan de ellos, yo solo quería obedecer a mi mami, pero como voy a hacer amigo de los que se burlan de mi.
Gianna:–Tal vez nosotros no que conozcamos. Pero no te podemos juzgar sin saber cómo eres en realidad. Pues como hablas tú nos das entender que eres bueno, solo que te entristece que se burlen de ti.
El conejito sintió por primera vez que era valorado y se podía comportar como es en realidad.
Conejito:– ¿Ustedes no son de estos lugares? ¿Qué están haciendo aquí?
Pico fugas:– Pues tratamos de encontrar nuestra bandada y así poder reunirnos con nuestros padres.
Conejito:– Ahora que lo dices, hace algunos días vi pasar gansos en el cielo. Se nos hace muy normal porque es el momento en que migran por la temporada que se acerca igual que nosotros.
Los gansitos se alegraron mucho porque eso demostraba que no estaban lejos de su destino y que iban por buen camino.
Pico fugas:–¡Ven chicos! vamos por buen camino.
Ubaldo:– ¡Pronto nos reuniremos con nuestros padres y los demás!
Gianna:–¡Ya no puedo esperar!
Momento en que los estomaguitos de los gansitos gruñeron por el hambre que tenían. Estos se apenaron frente al conejito y empezó a reír.
Ubaldo:– Al parecer nos olvidamos de seguir buscando nuestra comida.
Gianna:– vamos a buscar algo que comer.
Pico fugas:– Ya saben nos separaremos para seguir buscando, por los árboles, rocas y….
El conejito los interrumpe.
Conejito:– Si quieren pueden venir a comer a mi casa, está cerca de aquí, por eso vine a llorar aquí. ¿Bueno si quieren?
Gansitos:– ¿Seguro que no será molestia para ti?
Conejito:– No lo creo, tal vez mama se ponga contenta porque por primera vez voy a llevar amigos a casa.
Gianna:– Entonces ¿quieres decir que nos consideras tus amigos?
Conejito algo sonrojado:– La verdad ustedes además de mi mami, se preocuparón por mí a pesar que no me conocen. Se molestaron por ayudarme y eso no lo hace ni a los que conozco por años de esta pradera.
Los gansitos siguieron al conejito de rabo blanco hasta una madriguera donde se encontraba su mama.
Mama del conejito:–¡Oh! Hijo al parecer hoy no regresas a casa con un carácter de desilusión.
Gianna:– No se olviden de saludar chicos, recuerden que tenemos modales.
Gansitos:–¡Buen día señora! Mucho gusto.
Ubaldo apenado:– No queríamos molestarla solo que su hijo quiso invitarnos, esperamos no ser una molestia para usted señora.
Mama del conejito:– No lo creo, me alegra mucho que mi pequeño por fin tenga amigos. ¿Viven por aquí? ¿Sus padres los acompañan?
Cuando la mama del conejito menciono sobre sus padres, los gansitos voltearon la cabeza y se sintieron incómodos, notando esto, la mama del conejito pidió disculpas.
Mama del conejito:– No quise incomodarlos pequeños, solo que los chiquitos deben estar cercas de sus padres.
Pico fugas:– Hacemos lo posible por volver a estar con ellos.
La mama del conejito y el conejito se asombraron cuando los gansitos les empezaron a contar su travesía para alcanzar su bandada.
Mama del conejito:– Perdónenme, yo no sabía. Pero qué tal si les parece nos preparamos para comer.
Todos los pequeños se alegraron y estaban listos para sentarse a comer hasta que se escucho un ave pidiendo ayuda.
Ave:– ¡Alguien ayúdeme! necesito ayuda tengo mi ala lastimada y ¡un zorro me persigue!
Mama del conejito:– ¡No pequeños! quédense aquí, no salgan, mejor el que nosotros.
Pico fugas:– Pero que dice señora. Ahí afuera alguien necesita ayuda, no podemos dejarlo a su suerte.
Mama del conejito:– Son cosas de la naturaleza pequeño, nosotros solo somos participes de ella.
Gianna:– Si fuera de ese modo, nosotros no hubiéramos durado 1 día solos en todo nuestro viaje.
Ubaldo:– Discúlpenos pero debemos ayudarlo.
Mama del conejito:– Pero ustedes son solo unos pequeños gansos, solo buscaran su muerte y no lograran encontrarse con sus padres.
La mama del conejito se pone para tapar la salida, evitando que los gansitos salgan. El conejito vio como los pequeños insistían en auxiliar al ave que pedía ayuda. El salió para auxiliar al ave.
Mama del conejito:–¿¡A dónde vas Jorge!?
Los gansitos se quedaron viendo como el conejito iba a la ayuda del ave.
Mama del conejito:– ¡Ven lo que hicieron! Ahora mi hijito va a morir (empezó a llorar)
Gianna:– ¡No se preocupe señora yo iré a alcanzarlo! (Gianna sale como misil)
Ubaldo:–Descuide señora ella es la más rápida de nosotros. En cuanto nosotros le daremos apoyo a ellos.
Ubaldo y Pico fugas se vieron a los ojos y salieron los 2 juntos para apoyar a sus amigos.
Mama del conejito:– Yo pensaba que lo que me contaron eran mentiras pero ahora noto que en verdad tiene el valor y confianza con la que salieron de sus problemas pasados.
Gianna ve que un zorro esta oliendo un árbol en el cual veía al conejito con el ave oculta dentro del árbol.
Gianna:– Buen pensado Jorge… Ahora yo lo distraeré.
Zorro:–¡Qué bueno esta noche si comeré 2 deliciosos platillos! (mientras la boca se le hacía agua y saboreaba al conejo y al ave)
Jorge y el ave solo temblaban de miedo evitando las mordidas del zorro.
Gianna le grita desde el cielo:– ¡Hey señor zorro! Que le parece un aperitivo.
Zorro:– ¿Quién dijo eso?
El zorro voltea y ve que hay una pequeña gansa sobre su cabeza.
Zorro:– No sé qué está pasando el día de hoy… Pero ahora si me voy a dar un festín (con voz de alegría)
El zorro se prepara para dar un golpe a Gianna pero ella lo evita gracias a que es rápida y termina picándose el ojo.
Zorro:– ¡Astuta! Pero mejor me voy a lo seguro. Con el conejo y el ave.
El zorro voltea y ve que el hueco del árbol está solo.
Zorro:–¿A dónde se fueron?…. ¿Pero ellos estaban aquí muertos del miedo?
Los cuales fueron rescatados por Pico fugas y Ubaldo que los llevaron a lo alto de un árbol.
Ubaldo:–Jorge prométenos que no le volverás a dar esos sustos a tu mama, por favor.
Pico Fugas:–¡Los siento señor zorro pero esta vez perdió su alimento! Creo que volverá a comer hierbas y frutas otra vez. (Gritándole desde el árbol)
El zorro pateo el árbol y se fue porque reconocía su derrota y como eran aves. Para el zorro sería imposible atraparlos.
Zorro:– Nota mental, la avaricia es mala, nos nubla la mente y hace que no valoremos con lo que ya contamos.
El zorro se marcho y mejor fue a buscar frutas y hierbas para alimentarse.
Gianna se acerca donde se encuentran los demás.
Gianna:– ¿Se encuentra bien señor?
Ave:–Tengo el ala lastimada tardara un tiempo en sanar pero ¡Gracias chicos sino es por ustedes yo ya no podría apreciar esta bella luna!
El señor ave les dio las gracias, le menciono que se lastimo el ala porque cayó en un arbusto que tenía espinas y unas cuantas se le clavaron y como forzó su vuelo se lastimo más. Pero solo tenía que descansar el ala para curarse.
Y como dijo el ave ya era de noche. Todos regresaron a la casa del conejito.
Mama del conejito:–¡Gracias! ¡gracias! y fue a abrazar fuertemente a su hijo.
-No vuelvas a irte así de mí. (mientras lo abrazaba)
Jorge:–Perdón mami, no quise preocuparte…
Gianna:–No lo regañe señora, nosotros tuvimos la culpa por incitarlo a que fuera a salvar al señor ave. Nosotros tenemos la culpa de la acción que tomo Jorge.
Pico fugas:– Eso es verdad. Creo que no debimos de un principio aceptar la invitación de Jorge.
Mama del conejito:–Bueno pero por una parte pequeños, si ustedes no hubieran aceptado la invitación de mi hijo. El señor ave no se hubiera salvado y hubiera sido alimento del zorro.
Los gansitos al ver como Jorge era abrazado por su mama se preguntaban si volverían ser abrazados por los suyos. Momento que perdió magia cuando les volvió a gruñir el estomaguito a los gansitos.
La mama del conejito sirvió la mesa y por fin regreso el papa. Ellos se presentaron al padre de Jorge y les contaron como estuvo su día de hoy. Los padres de Jorge se sentían orgullosos por su hijo y por fin tenía amigos. Los pequeños durmieron con los conejos ya que los invitaron pasar la noche.
A la mañana siguiente…
Los gansitos se despidieron de Jorge diciéndole que lo volvería a visitar y cada quien dio algunas palabras.
Gianna:–Recuerda Jorge los verdaderos amigos no les importa el aspecto físico. Ellos te valoraran sin importar tus defectos así que cuida mucho de tus amigos.
Ubaldo:–Jorge no te sientas triste porque ya nos vamos, te prometemos visitarte. Pero amigo trata de acercarte a los demás. NO esperes que ellos se acerquen a ti. Por nuestra experiencia veras que es muy fácil hacer amigos en este mundo.
Pico fugas:–Los amigos también confían el uno al otro. Como dijo Ubaldo preséntate a demás animales no todos son como los que te molestan y cuando te digan cosas los animales que no tienen importancia para ti, ignóralas. Los amigos de corazón te darán apoyo y comprensión. Ellos si un día te llegan a insultar se disculparan de corazón y volverán hacer amigos.
Los gansitos se despidieron de toda la familia de Jorge y continuaron su búsqueda. Ese día Jorge salió. Se topo con los animalitos que lo molestaban pero él no les hizo caso y los ignoro. Camino más y se encontró con un grupo de conejos, ardillas y aves que tenían problemas para sacar una semilla debajo de un árbol. Jorge se acerco, excavó y saco la semilla.
Ardilla:–Oye mucha gracias… No se nos ocurrió excavar para alcanzar la semilla.
Jorge:– En verdad no fue nada. Solo ayude con lo que pude.
Otro conejo:– ¿Por qué te molestan los otros animales si no eres malo?
Jorge con miedo a que ellos también se burlaran:–Por mis orejas (dijo en voz baja)
-Ustedes también se burlaran, verdad. Mejor me regreso a mi casa.
Pero una de las aves y el otro conejito lo detuvieron.
Otro conejo:–Espera yo no noto la diferencia. Yo también soy un conejo.
Los conejos midieron sus orejas y solo la diferencia era unos centímetros.
Animalitos:–Eso no es enorme. Tus orejas no son tan enormes. Más bien ellos solo buscaban molestarte.
Jorge se sintió raro porque como le dijeron los gansitos existen muchos animales que son buenos y no les interesa tus defectos.
Ardilla:–Eso no es nada. Yo tengo los dientes grandes y no por eso me dicen dentón. ¿Por qué mejor no te juntas con nosotros debes de esos granujas?
Animalitos:– ¡Si puedes ser nuestro amigo!
Jorge:–¿Quieren que yo sea su amigo? ¿No se burlaran de mí…?
Ave:–¿Por qué haríamos eso? los amigos no se lastiman sino se apoyan.
Y todos los animalitos se dieron las manos sonriéndose los unos a los otros.
Jorge:–Fui un tonto todo este tiempo pensando que el perrito, el topito y el ratón eran los únicos con los que yo me podía relacionar.
Ardilla:–Que les parece si vamos al lago para darnos una refrescada de este clima, si ven Jorge.
Los animalitos se presentaron a Jorge y fueron a jugar al lago. Ahora que nuevas aventuras les espera a nuestros gansitos, pero si es posible esperemos que algún día termine su odisea y logren encontrarse con su bandada.
¡Hasta la próxima amigos!