Hola, amigos y amigas.
Soy Draco el dragón de komodo pero otros me conocen como “Varanus komodoensis” pero en fin es lo mismo como lo quieran entender, no le busquen 3 patas al gato.
«Draco»
Pero me gustaría contar la siguiente historia, mis estimados visitantes sobre las desventuras de una avestruz conocida como “Patoso” que vivía en un desierto, donde lo que algunos tienen, otros lo atesoran con mejor provecho.
Bueno comencemos:
-Nuestra historia como mencione comienza con nuestro pobre plumífero “Patoso” paseando por esa gran zona desértica en busca de algo de agua (aunque puedan vivir varios días sin agua, todo tiene su límite) y cuando no encontraba frutos y semillas no le quedaba nada más que comerse las sobras que dejaban los carnívoros (tal vez les parezca extraño pero también se alimentan de carroña para ser una ave herbívora)
Bueno sigamos con la historia…
-Al pobre de “Patoso” ya se sentía algo desesperado por no encontrar algo de refrescante, pura y deliciosa agua (manjar de vida y sensación cuando pasa por nuestro cuerpo que es como una caricia de los mismos dioses). Rumbo a llegar a un barranco para terminar con su sufrimiento en lo alto ve un vehículo que en su interior transportaba agua.
-Los ojos, la boca y sobre todo su garganta se conmocionaron al ver qué pasaba tal oportunidad. La desesperación de “Patoso” era tan grande que no supo de donde saco fuerza para seguir el vehículo. Sus ansias de saciar su sed era lo único que pasaba en su mente y cuerpo.
-El humano que conducía el vehículo se detuvo y con un rollo de papel en su mano se fue detrás de una enorme roca. Patoso dio un gran salto y cayo adentro del depósito de agua. El pobre bebió y bebió agua como si fuera una manada de 5 avestruces.
Patoso estaba ya saciado, momento el cual el vehículo empezó a moverse, para salirse trato de dar otro salto pero al parecer el vehículo paso por un bache y esto ocasiono que Patoso se golpeara la cabecita que tiene y quedo inconsciente.
Para cuando Patoso se despertó y saliendo algo aturdido del depósito de agua noto que era oscuro pero había luz que no provenía de las estrellas. Ya que estaba mojado y dejaba huellas el conducto se encontraba dormido. “Patoso” ahora quería regresar al desierto.
«PATOSO»
Patoso caminaba por un lugar donde había cuevas donde los humanos se refugiaban pero eran de madera y otros de un material algo duro como piedra pero brillantes. Patoso notaba que existían vehículos de diferente tamaño y algunos animales que parecían coyotes pero estos eran domesticados por los humanos ya que seguían sus órdenes.
Cerca de donde se encontraba Patoso habían unos niños jugando con cohetes, el cual uno de ellos exploto, esto asusto a Patoso y el muy crédulo quiso esconder su cabeza, pero se provoco un chichón enorme ya que el suelo era pavimento, al no poder ocultarse se puso a correr a lo loco.
Corría tan rápido (sabían que un avestruz corres a grandes velocidades llegando hasta los 90km/h y puede durar corriendo hasta un periodo de 30 minutos). Corrió hasta chocar con una ventana donde entro a una casa, en ella se encontraban 2 sujetos que estaban robando pero Patoso activo la alarma de la casa y los 2 ladrones se sorprendieron al ver semejante ave que arruinaba su maleficio, rápido tomaron lo que pudieron y se marcharon rápido en otro de esos vehículos que manejan los humanos.
El exterior de la casa se iluminaba con luces azules y rojas. Patoso solo escuchaba el lenguaje de los humanos pero como tenía miedo no entendía y todo esto solo lo empeoraba más los nervios del pobre Patoso, pensando:
-De nada sirvió haber bebido esa apreciada agua, si ahora estoy corriendo como loco.
Patoso gracias a su velocidad y saltos; brincaba cercas y trataba de burlar a los humanos que lo perseguían corrió hasta que la luz de ese lugar ya no lo alumbrara. Por suerte Patoso perdió a los humanos pero ahora ya no sabía dónde se encontraba.
Patoso caminaba decaído pensando que si esto le estaba pasando. La idea de haber puesto fin a su vida hubiera sido la mejor opción.
A Patoso le dolía la cabeza y sentía que sus patas estaban ásperas por correr sobre pavimento, el cual no está acostumbrado, sino a caminar sobre terreno arenoso. Ya de noche Patoso se durmió sobre el desierto y con algo de frio durmió.
Al despertar vio la cara de una humana, que le acariciaba su pequeña cabeza, esta le dijo:
-¡Pobrecita ave! Tiene un gran chichón en su cabecita deja te curo. Patoso no sabía qué hacer después del día que tuvo ayer con los humanos.
La humana le puso algo a Patoso y este volvió a dormir. De nuevo al despertar noto que estaba encadenado y se encontraba dentro de una carpa, donde veía otras especies de animales que estaba en jaulas y un enorme elefante.
El elefante vio a Patoso y le dijo:
-Pobre alma aprisionada, ahora ya no volverás a ser libre como los demás y yo. Tendrás que hacer todo lo que los humanos te digan para conseguir tu comida y dejarlos complacidos para evitar sus dolorosos castigos.
El lado bueno es que a Patoso ya no le dolía la cabeza y sentía que sus fuerzas habían regresado.
De pronto se acercaba un humano ya anciano con una escoba y un bote de agua.
Patoso veía que ese humano les lanzaba trozos de carne a los animales de las jaulas y se dispuso a bañar al gran elefante. Por suerte Patoso era recién llegado y no tenia jaula solo estaba encadenado.
Después de terminar de bañar al elefante, el anciano humano se acerca y le dice:
-¡Es tu turno nuevo!
-Deja te quito toda esa tierra que tienes en tu cuerpo y mientras lo hacía le dio algo de alimento a Patoso, el cual aprovecho para alimentarse.
El anciano humano una vez terminado su trabajo se limpio la frente y con dolor en su espalda dejo caer las llaves enfrente de Patoso. El elefante le grita:
-¡Tonto! Toma rápido las llaves y pásamelas para poder liberar a los demás. Momento en el cual Patoso reflexiono pensando que si se quedaba ahí ya no sufriría por alimento y agua ¿Por qué dejar un lugar así?
El elefante le decía:- ¡que espera para pasarlas! el cual Patoso ve una pata del gran mamífero y la ve con cicatrices, el cual Patoso se paso la saliva, reflexiono de nuevo y le arrojo las llaves al elefante.
El elefante se libero, después libero a los demás y a Patoso al final, los animales estaban tan felices que hicieron un gran ruido por volver a ser libres, pero antes empezaron a destruir ese horrible lugar. Los humanos regresaban con algo que tenían en sus brazos pero escupía fuego en chispas.
Los animales corrieron, el elefante tomo a Patoso y se lo llevo. Después de ese acontecimiento, dejo a Patoso y le dijo que era momento de separarse y ser libres (Patoso solo veía como el elefante se marchaba muy contento hasta que sus ojos ya no lo pudieron ver mas)
Patoso pues volvió a circular por el desierto cerca de la carretera, tiempo después de pasar caminando Patoso vio a una humana con otro vehículo que estaba llorando. Patoso solo quería pasar desapercibido por dicha humana.
Pero al ver a la humana con los ojos llenos de agua llamo la atención de Patoso preguntándose:
-¿Cómo es posible que pueda salir agua de los ojos de los humanos?
Patoso se acerco a la humana y lamio sus lágrimas, dándose cuenta que sabían saladas y no dulces. La humana mal interpreto la acción de Patoso y esta lo abrazo diciendo:
-Al menos alguien se apiada de mi desgracia.
La humana le cuenta a Patoso que buscaba ser una bailarina pero no tenía pareja para el concurso de talento que se televisa porque era muy tímida.
La humana se limpio las lágrimas saco un pequeño aparato de donde salía ruido que al parecer poseía a los humanos haciendo que se movieran de una forma inadecuada. Esto le daba gracia a Patoso que la empezó a imitar en forma de diversión.
La humana se quedo perpleja al ver que una avestruz bailaba, todo esto le produjo un brillo a sus ojos y la idea que juntos podrían ser famosos en el show de talento. La humana en su camioneta se llevo a Patoso pensando que le haría el favor de dejarlo en el desierto.
La noche volvió a atrapar a Patoso y al ver que volvía ver esas luces de la noche anterior lo perturbaron. Pero la humana bajo y lo calmo abrazándole y acariciándole su pequeña cabeza diciéndole:
-No temas mi amiga, juntas lograremos alcanzar el éxito y ya no pasaremos hambres, frio nunca más en nuestra vida.
Patoso se calmo, la humana le prometió que no le dejaría que le pasara nada (después de todo es su boleto al estrellato).
Los 2 entraron a un salón, mientras que la humana simulando ser una avestruz (eso es lo que pensaba Patoso al ver su atuendo de baile) le empezó a poner perfumen y se las arreglo para ponerle una vestimenta a él.
Le dijo:
-Es nuestro momento de bailar estimada amiga.
A Patoso le molestaba que la confundiera con una hembra y mas con un atuendo tan ridículo para el (no la culpo, yo tampoco se diferenciar un avestruz macho de una hembra)
El telón se abrió y la humana se puso en una pose como cuando los avestruces empollan sus huevos. Empezó a sonar ese ruido del aparato de ella y empezó a bailar. Patoso veía que los demás humanos la veían y le aplaudían.
Ese sonido de aplauso le gustaba a Patoso el cual empezó a imitar a la humana, notando que los aplausos se hacían más fuertes y gritaban. Patoso pensaba que si bailaba como la humana el ritual de los humanos se terminaría.
Cuando termino el acto de la humana y el vio que los humanos se ponían muy felices como cuando los animales de la carpa fueron libres y en su mente resonó esa palabra LIBERTAD.
Y de hecho queridos amigos y amigas. A la humana y a Patoso no les faltaba nada, salían en programas, en videos, en discos, eran famosos. Solo que Patoso lo hacía porque pensaba que el liberaba a los humanos de algún modo porque siempre quedaban contentos al terminar su espectáculo con la humana.
Todo esto hacia feliz a Patoso y el resto de su vida vivió con la humana haciendo giras por el mundo, liberando a los humanos.
Para serles sincero amigos y amigas ver un avestruz que baile sería una gran sensación para lo factible de la vida.
Bueno mis amigos y amigas estas fueron las desventuras de Patoso el avestruz y yo fui Draco el dragón de komodo, para demostrarles que la esencia de Patoso existe solo imagínense bailando desenfrenadamente un avestruz dependiendo la música que te imagines Y dirán ¡Ke loco!
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Fin
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